Llega a escena una de las grandes tragedias de Shakespeare en una
adaptación acorde a los tiempos que corren.
Apenas ingresamos a la
sala para ver la obra, notamos una puesta en escena que se sostiene en una
estenografía dominada por una gran estructura de hierro que denota una estética
industrial. Esto da la pauta que no se desarrolla en la época en que fue
ambientada la obra. El escenario es el de la Sala Martín Coronado del Teatro
General San Martín. Este se puede aprovechar bien y brinda la posibilidad de
desplegar balcones, tanques, galerías y escaleras, todo esto visualmente
resulta impactante, imponente y también cumple una función importante la iluminación que le aporta lo suyo. Por otro lado, la música y sonidos electrónicos (de Diego
Vainer) le dan su toque.
Hace pocos meses se
estreno “Enrique IV, segunda parte: de W. Shakespeare”, donde su vestuario no
correspondía a la época, en esta también se aplica lo mismo; una gran variedad
de personajes.
La obra comienza con una
impactante coreografía interpretada por las bailarinas y actrices Leticia
Mazur, Débora Zanolli y Margarita Molfino en el papel de las brujas, deslumbrantes
desde el vestuario, maquillaje y peinados .Es inevitable encontrarles un
parecido con Lady Gaga.
En varios pasajes de la
obra se muestra el totalitarismo, la traición, la lucha, la ambición, la
tragedia, la infaltable oscuridad y los problemas sociopolíticos; en uno de los actos vemos un imponente escudo
y en otro la utilización de armas de fuego.
Los protagonistas de esta
historia son: Alberto Ajaka como Macbeth y Mónica Antonópulos como Lady Macbeth,
un gran desafió para ambos actores, que lamentablemente no están tan logrados,
les falta dramatismo e intensidad. Elevan demasiado la voz, resultan monótonos
y muy lineales, pero a lo largo de las funciones quizás lo puedan ajustar
mejor.
Luego se encuentran los
personajes secundarios: el comediante de stand up Martín Pugliese en el papel
de portero, le otorga dinamismo, buena interpretación, desata risas en la platea,
haciendo varias reflexiones, toques disparatados, mas de un espectador desea
que vuelva a intervenir, un gran
acierto; Luciano Cáceres en el papel de Macduff se luce, aunque tiene algún tic
de la televisión (por estos días interpreta a Pablo en “Graduados”); Julieta
Vallina como Hécate y Lady Macduff,
personajes que construye con gran fluidez,
una pena que no tiene muchas apariciones; casi lo mismo sucede con Emiliano
Dionisi, como Fleance y Joven Siward; Fabio Aste como Lennox esta correcto. Una
de las falencias para destacar es que algunos actores abusan demasiado del monólogo. Fuera de eso,
la puesta es correcta.
Funciones: Miércoles a
domingo 20:30 hs
Duración: 135 minutos (sin
intervalo).
Localidades: Desde $40.
Teatro: San Martín – Av.
Corrientes 1530, Capital Federal
Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno
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