jueves, 23 de junio de 2011

Película: Aballay, el hombre sin miedo

Dirección: Fernando Spiner
Actores: Pablo Cedrón, Nazareno Casero, entre otros
Género: western
Origen: Argentina, 2010
Duración: 105 minutos
Calificación: Apta para mayores de 13 años
http://www.aballaypelicula.com.ar/

Está basada en el cuento del mendocino Antonio Di Benedetto, lleva el nombre de Aballay, con la dirección de Fernando Spiner (53), (La sonámbula, 1998 y Adiós, querida luna, 2003); cuenta con las actuaciones de Pablo Cedrón, Nazareno Casero, Lautaro Delgado, Moro Anghileri, Horacio Fontova, Gabriel Goity, Luis Ziembrowski y Claudio Rissi, entre otros.
Muchos cuando comiencen a ver este film, recordaran rápidamente "La Guerra Gaucha" (1942) de Lucas Demare, “Pampa bárbara” (1945), de Lucas Demare y Hugo Fregonese, “Juan Moreira” (1973), de Leonardo Favio, entre otras.
Narra cómo se va desarrollando la vida de un niño Julián Larralde (Gaspar Suárez/ Nazareno Casero de adulto) quien lleva grabado en su mente la cara del asesino de su padre (Lautaro Delgado), y de todos los que robaron la diligencia con oro donde ellos viajaban.
Este gaucho Aballay (Pablo Cedrón), ladrón, malhumorado y asesino, vive con la mirada penetrante de aquel niño asustado y a la vez lleno de odio; pero él después de haberlo matado, le queda grabado aquellos ojos horrorizados de esa pequeña víctima, a partir de ahí se da cuenta de su brutalidad y salvajismo, y lo hace aterrarse de sí mismo.
Entre tanto desconcierto es que oye hablar de los estilitas, gente que para acercarse a Dios se suben a una columna y no pisan más el suelo, como penitencia; pero en la pampa argentina del 1900 no existen, Aballay decide no volver a bajar de su caballo.
Pasan diez años, Julián busca venganza, quiere encontrar aquellos hombres para asesinarlos, pero entre tanto rencor llega a un rancho y conoce a Juana (Moro Anghileri), esta es la encargada de darle un poco de paz, pero lamentablemente a esta chinita su padre la vendió a "El muerto" (Claudio Rissi), un salvaje, sanguinario y cruel caudillo que mete miedo y ahora Julián debe enfrentarse no solo para salvar el amor, sino por la muerte de su padre.
Mientras tanto han pasado los años y Aballay sigue firme a su promesa, no volvió a pisar el suelo, no robó, ni asesinó y la gente lo reconoce como el pobre hombre a caballo y asi muchos lo reconocen como un santo.
La película está bien construida, es un western bien criollo, con todos sus matices, en lo geográfico, social, donde están las regiones no conquistadas, la ley ausente, el duelo, la venganza, la riña de gallos, buena fotografía, también le da un lugar al romance, su relato consigue atrapar al espectador, con un gran elenco, aunque es una lástima no está muy aprovechado el personaje del cura (Gabriel Goity).

Mi Opinión: Muy Buena
Por: Susana Salerno

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