Guión y Dirección: Guillermo Grillo
Actores: Iván Espeche, Estanislao Silveyra, entre otros
Género: Comedia Dramática
Origen: Argentina, 2008
Duración: 94 minutos
Calificación: Apta para todo público
Este es el sexto largometraje, producido por la Universidad del cine, quienes fiel a su modalidad de impulsar la inserción de sus estudiantes en la actividad cinematográfica, produjeron este film dirigido por Guillermo Grillo.
El realizador, debutante en el largometraje, realizó diez cortometrajes, que a su vez participaron en los más importantes festivales de esa especialidad, el más destacado “Bar de mala suerte”, obtuvo entre otros el Primer Premio en el Foxfest 2000, concurso de cortometrajes, latinoamericanos, organizado por el Canal Fox; además se destaco como editor, habiendo sido montajista entre otros films de “Potestad”, El séptimo arcángel, Rancho aparte, entre otras.
Lo interesante de esta propuesta es la mezcla de género terror, suspenso, fantasía, thriller, comedia y comedia dramática, y se desarrolla en distintas épocas intercalándolas.
La narración comienza cuando un guapo de 1920 Carnaveri (Iván Espeche) es acuchillado violentamente por Ventolila en una trampa.
En la actualidad una noche tres jóvenes amigos se reúnen en la casa de uno de ellos, tras la ausencia de sus padres aburridos deciden jugar al juego de la copa, Tomás (Estanislao Silveyra) cuando era pequeño perdió a su madre y no cree en esto, Claudio (Juan Diego West) si; quien se mete en el juego es el malevo, pero estos chicos deciden abandonar el juego y quemar todo pero si la copa se rompe el espíritu se queda en la casa y eso es lo que sucede en este caso.
Ellos deciden abandonar la casa y toman la decisión de irse a la casa de Tomás, Claudio y su hermana Cecilia piensan consultar a un médium.
Finalmente Tomás regresa a la casa de su amigo es ahí cuando se encuentra con el fantasma del malevo Carnevari, le pide ayuda para cumplir una venganza, después de una breve discusión decide ayudarse mutuamente, se mete en su cuerpo algo similar a “Hay una chica en mi cuerpo”; acá el actor Estanislao Silveyra cumple bien su rol, debe hablar como el malevo, como su personaje, manejar su cuerpo con todo los movimientos que esto implica.
Contiene buenas construcciones cinematográficas, interpretaciones, interesantes cruces de épocas entre la actual y el 1920, entretiene, pero cae en situaciones previsibles y lugares comunes.
Calificación: Buena
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