Un musical que habla de la libertad y el amor. Llena de poesía y pasión, intenta
mostrar que lo bello de las personas se encuentra adentro y no en el exterior.
Este espectáculo cumple 20 años de su estreno, el mismo fue en el
Estadio Luna Park en 1993 con un gran elenco y luego fue representada por otros
actores en distintos años, hoy llega al reformado
Teatro Presidente Alvear del Complejo Teatral de Buenos Aires para presentar
“El jorobado de París”, el musical de Cibrián-Mahler, para festejar esos
grandes éxitos. Cuenta con la producción asociada entre el Complejo Teatral de
Buenos Aires, Ángel Mahler y Julieta Kalik.
Muchos conocemos esta historia que se fue representando
tanto en el cine como en el teatro, y también hemos leído la novela de Víctor
Hugo, escrita en 1831, compuesta por once libros y que se centra en la desdichadas vidas en la
Catedral de Notre Dame de: Esmeralda, una gitana; Quasimodo, un jorobado sordo,
y Claude Frollo, un archidiácono, en el París del siglo XV.
Con un buen cuerpo de baile vemos el nacimiento de un ser
marginado de aquellos que lo rodean, este
es Quasimodo (Nacho Mintz) que fue abandonado, es un joven deforme, se encarga de
hacer sonar las campanas de la Catedral de Notre Dame, quien lo crió es su
padre adoptivo Claudio Frollo, Archidiácono de Paris (Diego Duarte Conde); ambos
están fascinados por la belleza de una gitana Esmeralda (Florencia Spinelli).
Este joven debe obedecer a su padre, este le pide a Quasimodo
que rapte a la gitana pero su tarea se ve interrumpida cuando aparece el Capitán
Febo (Ramiro Romero), por esto es condenado, siendo azotado en la plaza en
público, allí recibe los insultos, el odio y el aborrecimiento por su fealdad. Pero Esmeralda es tan pura que le alcanza agua
a este pobre condenado y humillado.
Esta situación estimula a la ingenua Gitana que se enamora
del Capitán Febo su salvador, pero lo que ella no sabe que Claudio Frollo (este
papel alguna vez lo interpreto Juan Rodó), buscará algo siniestro, comienza a
salir lo peor de su ser y solo quiere
verlo muerto. Una noche en medio de la confusión acusan a quien no puede defenderse
o probar que es inocente de lo que se la acusa, por lo tanto enjuician a la
gitana Esmeralda, que recibe la peor de las condenas, ser quemada en la
hoguera, (es como decir no serás mía pero no serás de nadie).
En ese lugar, observando tanta maldad, esta Quasimodo: ese
ser dulce, desprotegido y tierno, quien es capaz de dar su vida por amor,
rescata a Esmeralda y la cuida; pero todo esto no termina aquí Frollo quiere
ser complacido, Febo la venganza, Esmeralda su inocencia, una madre sigue
buscando a su hija perdida, Pierre, el poeta (Mauro Murcia), y el resto de los
gitanos su destino.
Ellos se encuentran divididos en grupos: unos son apasionados
y otros violentos, (nada muy diferente a la sociedad actual solo que nos
encontramos en otro siglo y un poco más civilizados). Cuando llega a escena
alguna de las obras de Pepe Cibrián y Ángel Mahler, saben muy bien darnos un
mensaje, abordando temas como: la
libertad del hombre más allá de su belleza exterior, la traición, los amores
imposibles, el deber, los personajes marginados, la maldad, la hipocresía, cuadros
bien dramáticos y románticos y no falta un cuota de humor, llena de poesía y
pasión. Buena ambientación, cada uno de los protagonistas se destacan, algunos
más que otros; como nos tienen acostumbrados en sus obras, se puede ver una
orquesta en vivo dirigida por Damián Mahler.
Funciones: De martes a viernes, 20.30 hs.; sábados, 18 hs
y 21.30 hs; domingos, 19.30 hs.
Localidades desde $50.
Duración: 2 hs 30 minutos (Incluye intervalo).
Teatro Presidente Alvear: Av. Corrientes 1659.
Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno
Dice unas emotivas palabras Pepe Cibrián.
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