Una puesta desafiante que te llevará a la
reflexión.
Siempre que encontramos en la cartelera teatral una obra
del dramaturgo y director de teatro
argentino Mauricio Kartun, quien ha recibido numerosos premios a lo largo de su carrera, no pasa desapercibida.
Recordemos algunas de sus obras: “La casita de los viejos”, “Sacco y Vanzetti”,
"Salomé de chacra" y “La Madonnita” entre otras.
Como introducción decimos que según el Génesis, Caín fue
el primogénito de los hijos de Adán y Eva, el primer ser humano nacido fuera
del Paraíso y el primer fundador de un asentamiento humano. Aquí habla sobre el mito bíblico de Caín
(significa la tenencia, posesión y el tener) y Abel (significa la nada), puesto
en un lugar atemporal transcurre en un descampado en algún lugar de la
provincia de Buenos Aires (no especifica donde). Caín es el hermano mayor que
se interesa por la opulencia, mientras el más joven se dedica más a la vida
campesina.
Caín construye su casa y se dedica al cultivo del morrón,
de esta forma logra su patrimonio, mientras Abel, usa un traje que le queda
chico, es nómade, duerme en cualquier lugar y se dedica a vender unos bichitos
que son carnada para pescar. Ellos se
encuentran en una escenografía con poca luz, una música que por momentos es
ensordecedora, golpe de bombo, un fondo todo negro al igual que su vestuario,
todo se encuentra acorde a lo que quieren expresar.
Su desarrollo contiene una carga ideológica muy
importante porque habla acerca de como hemos elegido vivir como sociedad.
Cuando llega Tatita, después de 20 años
a visitarlos, y descubre que no han hecho las cosas bien, luego todo se
oscurece aún más porque Caín mata a Abel, la idea era conseguir un paraíso pero
algo falló cuando un hermano mata al otro.
Con un tema bíblico Kartun lleva esto a la vida, siempre
tiene una visión más allá, cítrica al capitalismo, habla de lo que hay en cada
uno de nosotros, si somos Caín o Abel todos tenemos en algún momento algo de
ellos y quizás más de Caín. Y en que te podes transformar. Hay momentos de
risas, silencios y aplausos. Me atrevo a decir que es de visión obligatoria,
tiene: humor, sarcasmo, es una pintura de nuestra época y sociedad. Pasan los
años pero hay situaciones que no cambian demasiado.
Los tres protagonistas logran una estupenda interpretación
de un texto difícil desde: el cuerpo, sus gestos, miradas, guiños y su cuerpo
expresa a la perfección lo que exponen y dicen. Todo está muy cuidado y se nota
un gran profesionalismo en toda la puesta.
Actores: Claudio Da Passano, Claudio Martínez Bel,
Claudio Rissi. Dirección: Mauricio Kartun.
Funciones: vie 21:00. Sáb 21:30. dom 20 hs (El
14-diciembre, es la última función).
Localidad $100 - Jubilados y estudiantes $70 (solo
viernes y domingos)
Duración: 90 minutos.
Teatro del Pueblo: Roque Sáenz Peña 943, CABA.
Mi Opinión: Excelente
Por: Susana Salerno
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