domingo, 15 de enero de 2012

Película: Agua y sal

Dirección y Guión: Alejo Taube
Actores: Mía Maestro, Rafael Spregelburd, entre otros
Género: Drama
Origen: Argentina, 2010
Duración: 100 minutos
Calificación: Apta mayores de 13 años
http://www.youtube.com/watch?v=mrcYuzij9oQ

Este es el segundo largometraje de Alejo Taube (Una de dos, 2004), el elenco lo componen: Rafael Spregelbur, Mía Maestro, Paloma Contreras, Daniel Cúparo y Mónica Lairana. Se relatan dos vidas paralelas, un hombre de clase media alta que no puede tener hijos con su esposa y sufre la crisis de los 40, otro, un pescador de la misma edad y su novia de 17 años, quien está embarazada; en un punto dichas historias se entrecruzan.
Su narración se apoya en las posiciones de la cámara, los distintos planos y en el off; aquí vemos dos hombres que viven dos vidas casi paralelas, por un lado esta Javier (Rafael Spregelburd) un empresario exitoso, de unos 40 años, casado con Micaela (Mía Maestro), solo en apariencia lo tiene todo, porque su interior está en crisis, en su relato comenzamos a conocer un poco más, constantemente sueña con otra vida y con ser otro muy diferente.
Ellos viajan a Mar del Plata mientras pasean por el puerto, (donde la cámara va mostrando detenidamente este recorrido), Micaela se saca una foto y de fondo una embarcación con pescadores, donde allí esta Fernando, su apodo “Biguá” (Rafael Spregelburd), este seudónimo no es casual, esta es un ave solitaria, vuela a ras del agua y de vez en cuando con la punta de las alas toca la superficie, él es un pescador y mecánico, quien pasa parte de su vida en alta mar y que está pensando en casarse con su joven y dulce novia Milena (Paloma Contreras), porque esta se encuentra embarazada y su familia aún desconoce la noticia.
Pero un día sucede algo, esta situación es como volver a nacer, el destino cambia, surge algo mágico y misterioso, juega un rol importante la vida, la paternidad y la muerte, el deseo puede ser posible y los miedos desaparecen, buena fotografía de Diego Poleri (El árbol, Encarnación, Judíos por elección, entre otras) y la música acompaña dando los climas apropiados, su narración resulta algo filosófica y ambigua, para algunos espectadores el relato puede llegar a ser algo confuso; su ritmo se va tornando lento, no logra emocionar, ni la fuerza, en la mitad de la historia cae y no llega.

Mi Opinión: Regular
Por: Susana Salerno

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.