Actores: Maggie Gyllenhaal, Rupert Everett, entre otros
Género: Comedia Romántica
Origen: Reino Unido/Francia/Alemania/Luxemburgo, 2011
Duración: 100 minutos
Apta para mayores de 16 años
La sexualidad siempre trajo sus problemas. Esta película nos trae la
historia de la invención de un aparato mágico.
Se encuentra ambientada en el siglo XIX, donde muestra a
varias mujeres que se encuentran afectadas por el mismo mal “la histeria”,
sufriendo falta de apetito, insomnios, dolores musculares, retención de
líquidos, entre otros. El diagnostico era: mujeres histéricas.
Al ser calificado de esta forma, se recomienda a todas las mujeres que sufran estos síntomas un masaje pélvico (en realidad sería la masturbación), pero la solución aparece en la década de 1880, cuando el médico inglés Joseph Mortimer Granville (Hugh Dancy) inventó el primer vibrador eléctrico, de esta forma pasó a la historia como el inventor de este aparato revolucionario, que trajo la paz a muchos hogares.
Al ser calificado de esta forma, se recomienda a todas las mujeres que sufran estos síntomas un masaje pélvico (en realidad sería la masturbación), pero la solución aparece en la década de 1880, cuando el médico inglés Joseph Mortimer Granville (Hugh Dancy) inventó el primer vibrador eléctrico, de esta forma pasó a la historia como el inventor de este aparato revolucionario, que trajo la paz a muchos hogares.
Su narración transcurre en la época victoriana, cuando los dispositivos
eléctricos comienzan a mostrarse. El joven médico Joseph Mortimer Granville pierde
su empleo en un hospital y se encuentra con el doctor Robert Dalrymple (Jonathan
Price), muy importante conocedor en medicina femenina de todo Londres.
Este se siente desbordado por atender tantas pacientes con
histeria por lo tanto le pide ayuda a su colega Granville, pero surgen los
problemas cuando esta de por medio Charlotte Dalrymple (Maggie Gyllenhaal), la
hija mayor de Dalrymple, como así también la hija menor Emily Dalrymple (Felicity
Jones); pero pronto surge la ayuda de su amigo inventor Edmund St. John-Smythe
(Rupert Everett), con una gran idea convertir un nuevo plumero eléctrico en un
masajeador para las zonas íntimas de la mujer.
Se trata de una comedia romántica liviana, no hay
morbosidad, y posee una buena reconstrucción de época con subtramas románticas
que no terminan de convencer demasiado. Tiene humor, crítica social,
interesantes personajes y buen ritmo.
Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno
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