El mundo Pavlovskiano siempre vigente.
La escena comienza mientras vemos un escenario bajo una luz
apropiada de principio a fin y dos mujeres, las Popis: Pipi (Lorena Penón) y Pepi (Gabriela Perera); con
cierto toque del viejo varieté. Cuando todo está dispuesto para comenzar la
función aparece la figura de El Cardenal (Jorge Lorenzo, logra una estupenda
interpretación, le va dando matices y todo su cuerpo acompaña) con un estilo
circense, haciendo un pedido especial
que “por favor celulares, cámaras de fotos, filmadoras, todo eso que molesta pide
que por un rato, filmen, graben, saquen todas las fotos que quieran…” y que lo
agradece infinitamente, porque últimamente no los filma nadie y a ellos les
encanta que los filmen.
Ellos nos vienen a contar que el famoso teatrito de los
Globos rojos, en otros tiempos funcionaba en el balneario municipal, pero por culpa
de la crisis económica y social sus cuentas están en rojo y, de no encontrar una
pronta solución, deberá cerrar sus puertas y los espera un futuro incierto. El
Cardenal, aunque las posibilidades se reducen, apela con todas sus fuerzas a la
resistencia y tiene cierta luz de esperanza.
Los parlamentos se van entrelazando con fragmentos de la
dramaturgia Pavlovsky, que incluyen obras consagradas como “La muerte de Marguerite Duras”, “Cerca”,”Paso
de dos” y “Cámara lenta”, a partir de los cuales sale a la luz un actor en
decadencia, donde se abre un abanico de situaciones, entre anécdotas,
melancolía y alocuciones que expresan : los
miedos, la soledad, el dolor, las obsesiones, las preocupaciones, los fracasos
, aunque nada de eso lo aleja de los sentimientos, la emoción y el humor.
El Cardenal es el habitante (lo que le sucede le puede pasar
a cualquiera) que va transitando su momento reflexivo, a través de sus pausas,
silencios y un texto que se disfruta y su acotado vestuario que constituye todo
un símbolo. Las Popis (ellas están durante toda la obra) refuerzan lo que se
dice en escena, cuentan con una gran ductilidad para expresar con sus cuerpos y
rostros y además pueden ser la voz de la conciencia, su interior o sus
pensamientos. Los tres en escena juegan mucho con sus miradas, lo corporal y se
complementan muy bien.
El espectáculo cuenta
con la estupenda dirección de Christian Forteza, muy cuidada, dinámica y que ingresa al mundo de Pavlovsky sin alejarse de sus conceptos y aportando
cierto toque de actualidad. La puesta en escena es impecable, así como la
iluminación, el vestuario y la música.
Ficha técnico artística: Rojos, globos, rojos.
Autoría: Eduardo “Tato” Pavlovsky. Adaptación, dirección y puesta en escena:
Christian Forteza Actúan: Jorge Lorenzo, Lorena Penón, Gabriela Perera,
Vestuario: Mario Pera. Diseño de luces: Horacio Novelle. Música original: Elena
Avena. Fotografía: Sebastián Ochoa. Asistencia de dirección: Magalí Mussi. Funciones:
sábados 20:30 hs Localidades: $280.Duración: 60 minutos. Centro Cultural de la
Cooperación: Av. Corrientes 1543 – CABA. Informes al 5077- 8000 interno 8313.
Mi Opinión: Muy Buena.
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