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sábado, 22 de septiembre de 2012

Película: Infancia Clandestina



Dirección: Benjamín Ávila
Actores: Teo Gutiérrez Romero, Natalia Oreiro, Ernesto Alterio, César Troncoso, Cristina Banegas
Género: Drama
Origen: Brasil /España/Argentina, 2011
Duración: 110 minutos
Apta para mayores de 13 años con reservas

Su relato se construye a través de la mirada de un niño que vive con sus padres, miembros de montoneros, y sus consecuencias.

Esta historia está basada en parte de la vida del director Benjamín Ávila (40), como vivió parte de su niñez, y como  después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el y  su familia deciden irse. Regresa de Cuba con sus padres en 1979, y vivió con su familia de forma clandestina, hasta debió cambiar el barrio, de escuela y hasta  de nombre. Su mundo se fue armando entre el silencio, la soledad y la incertidumbre, porque sus padres se encontraban comprometidos en la militancia armada.
 Dentro de este relato varios datos fueron cambiados, por ejemplo: Ávila tenía 7 años, el personaje de Juan (Teo Gutiérrez Moreno), 11 años, vuelve al país con sus padres montoneros Cristina y  Horacio (Natalia Oreiro y César Troncoso), luego de una serie de recaudos que toman, además está su hermana una beba Vicky. Ellos viven con una serie de precauciones  después de varios años de exilio, su casa es como un bunker porque detrás de varias cajas de maní con chocolate que ellos fabrican se encuentra una escondite para casos de fuerza mayor.
 Él intenta llevar una vida normal, a pesar de llamarse Juan o llamarse Ernesto (Ustedes se darán cuenta porque), festejando su cumpleaños de acuerdo a su documento falso. en algún momento fingir el acento cubano o el porteño, que su abuela (Cristina Banegas) llegue a visitarlo con los ojos vendados, para no delatar la dirección ante cualquier situación, y escuchar y ver distinto tipos de discusiones que a ciertas edades no se comprenden demasiado.
En medio de todo esto Juan conoce a María, una compañera de escuela que lo moviliza, le hace sentir ese dolorcito de panza que se llama amor e intentará robarle un beso. También hay otros amores, ideales y lealtad, pero Juan, su madre, su padre y un tío Beto (Ernesto Alterio), encantador, un aliado, quien fuera de su casa tiene otro nombre. Ellos debieron vivir en la clandestinidad.
 La trama tiene una fotografía impecable, de gran importancia  los distintos planos que fueron utilizados, escenas muy logradas como por ejemplo la de Oreiro con Banegas, de un gran dramatismo, también cabe destacar a: Ernesto Alterio (un tío que cualquiera quisiera tener), César Troncoso y Teo Gutiérrez Moreno (con su corta edad); hay que señalar un momento de bastante importancia cuando vemos varios dibujos o ilustraciones animadas, con colores fuertes, a ritmo vertiginoso, para prestarle mucha atención, porque contiene varias claves.
Está muy cuidada la estética de todo su relato.
 Esta historia representa la vivencia de muchos niños durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), su relato no deja de emocionar, el espectador puede tomar partido o no, para analizarla. Algunos espectadores a pesar de salir  apenados, aunque llenos de amor, tal vez sientan la curiosidad de saber que se siente al comer maní con chocolate (un pequeño detalle del film).

Mi Opinión: Muy Buena
Por: Susana Salerno

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