La cinta posee una introducción de unos 20 minutos y una buena puesta en escena que le da un toque interesante, además de aprovechar para presentar los personajes. Se encuentra ambientada en 1978 en los suburbios de Denver, en el Estado de Colorado, allí viven dos hermanos: Finney (Mason Thames, “Para toda la humanidad -TV Series”), es inteligente, solitario y muy tímido y Gwen (Madeleine McGraw, “Toy Story 4”) posee un don, es vivaz y le pone una cuota de humor, completa su padre Terrence (Jeremy Davies) atormentado, alcohólico, rudo y viudo. Ellos sufren la falta de su madre y los ataques de violencia que ejerce su padre sobre ellos.
En esa zona hay niños que practican deportes, andan en
bicicleta, se pelean y viven su preadolescencia. Un día, varios de estos chicos van desapareciendo
uno a uno, es el momento en que se ve la suelta de unos globos de color negro. Se
ven carteles de niños desaparecidos y ese hecho intranquiliza a la policía y
comienza una investigación.
Por otra parte, Finney tiene 13 años y sufre ataques
constantes de sus compañeros de colegio, no la pasa nada bien y además transita
malos momentos junto a su padre, en cambio con su hermana tiene una gran
relación y ambos se protegen, son compinches y es hermoso verlos juntos. Un solo
compañero de escuela lo defiende, pero todo se vuelve a complicar cuando este
también desaparece.
Un buen día Finney se encuentra solo por las calles y
aparece una camioneta, luego baja de ella un hombre de galera muy simpático y
con un toque de payaso que se le caen las cosas y el niño lo ayuda, se ve la
suelta de globos y a partir de ese momento Finney se convierte en otro niño
desaparecido. Es encerrado en un sótano inmundo
con paredes manchadas de sangre, los gritos no sirven de nada y comienza a recibir
llamadas desde un teléfono negro desconectado de las víctimas anteriores del
asesino. Gran parte de lo que estoy comentando se ve en el tráiler (me parece
que cuenta demasiado) y se lee en la sinopsis.
En este thriller psicológico el espectador se moviliza ante
el joven Finney y a su hermana; una genia que hará todo lo que esté a su
alcance para encontrar a su hermano con vida. En todo momento se va generando una
correcta atmósfera aterradora y asfixiante con imágenes terroríficas, donde lo
sobrenatural da un buen efecto, generando algún susto, todo bajo una acertada
paleta de colores, ambientación y banda sonora. Otro de los puntos a favor son
las actuaciones de Mason Thames, Madeleine McGraw y Ethan Hawke (“El hombre del
norte”). Toca temas relacionados con la: amistad, familia, bullying, castigo, una
infancia poca asistida y de los vínculos.
El teléfono negro, basado en la historia de Joe Hill, (el
hijo de Stephen King) tiene ciertas similitudes a "It"; la ambientación
en un pueblo, niños con problemas, entre otros detalles, pero está bien
construido. Además, contiene referencias y homenajes a otras películas. Dirigida
y producida por el cineasta Scott Derrickson que regresa a sus raíces del
terror; “El exorcismo de Emily Rose”, “"Sinister” y “Líbranos del mal”.
El relato nos trae a un psicópata, que no se explica ni se
dice que lo motivó a convertirse en un temible villano, un asesino serial, un loco,
que usa una máscara con una sonrisa que incomoda (espeluznante), se traslada en
una camioneta negra, en uno de sus laterales dice “Abracadabra”, lleva globos
negros y cuando se lleva a los niños usa una galera y los anestesia. Por
momentos resulta un poco repetitiva, previsible y le faltaría alguna vueltita
de tuerca. La cinta tiene prácticamente
todos los elementos para satisfacer a los apasionados del género: suspenso,
tensión y en todo momento cautiva. Muy Buena.
Teléfono negro (2021). Dirección: Scott Derrickson,
Actores: Ethan Hawke, Mason Thames, Madeleine McGraw, Jeremy Davies, James
Ransone, Michael Banks Repeta, Kellan Rhude, J. Gaven Wilde, E. Roger Mitchell,
Gina Jun. Género: Terror. Origen: Estados Unidos. Duración: 1 hora 42 minutos. Versiones:
Subtitulada / español. Apta mayores de 16 años con reservas.
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