Una comedia que narra el vínculo entre dos
hombres distintos pero que se complementan.
La obra pertenece al norteamericano Heb Gardner (28
diciembre 1934- 25 septiembre 2003), se estrenó por los ochenta y fue llevada
al cine como “Yo no soy Rappoport” (1996) con Walter Matthau y Ossie Davis donde
todo giraba en torno a dos ancianos que no se conocían y frecuentan Central
Park, pero terminan siendo grandes amigos. Uno de ellos es un anciano radical,
ex-socialista y con una admirable imaginación, y el otro es un hombre casi
ciego que trabaja eficientemente en un edificio y lo están por despedir.
Como pieza teatral en nuestro país fue dirigida por Manuel
Iedvabani , con las actuaciones de Onofre Lovero (1925- 2012) y Raúl Rizzo donde la historia transcurría en el Central Park, en esta nueva adaptación de Juan José Campanella todo sucede
en el “Parque Lezama” (y se titula igual), con algunos toques de época y de
lenguaje.
Aquí dos ancianos se encuentran en este Parque y a pesar de
tener personalidades muy distintas se va tejiendo un amistad entre ellos: León
Schwart (Luis Brandoni), un viejo
militante del Partido Comunista, algo fabulador, cuenta situaciones
disparatadas (es maravilloso para los espectadores escucharlo y verlo en una
actuación extraordinaria) relata historias geniales y dice haber sido agente secreto y Antonio
Cardoso (Eduardo Blanco, otra actuación soberbia) pertenece a la clase media, es algo miedoso, bonachón
y cascarrabias, es portero de un edifico hace 42 años y están por despedirlo, ellos
deben enfrentar los cambios de su vida y la del mundo.
De esta forma el espectador se deleita con estos dos
simpáticos ancianos (en una clase magistral de actuación), manteniendo diálogos
tiernos, que emocionan y por momentos nos reímos a carcajadas, pero ellos
también se relacionan con otros personajes como la hija de Schwartz (Marcela
Guerty), con esta tiene charlas muy interesante, temas de padre e hija, ella
siente que siempre la mete en problemas. En ese parque se encuentran: una chica
adicta a las drogas (Carla Quevedo), un rufián que le saca dinero por el consumo
(Gabriel Gallicchio) y el presidente del consorcio del edificio en el que
trabaja Cardoso (Iván Espeche) cada uno de ellos tienen su intervención.
Es una comedia amena,
agradable e interesante por lo temas que trata. el espectador pasa un
momento deleitable, tiene melancolía, humor y algunos se sentirán identificados,
la escenografía muy bien lograda mostrando un parque, la barrancas, la glorieta
, el otoño con hojas cayendo , el vestuario y la estupenda iluminación de un
hombre que sabe mucho de esto Félix Monti (tanto en cine como teatro). Esta es
una de esas obras que quedará en la memoria de muchos, su narración toca varios
temas: la amistad, el amor, el sexo, las distintas necesidades que tenemos los
seres humanos, entre otros, quizás lo único que se puede marcar como punto
flojo es que puede resultar un poco extensa: son dos horas y cuarto.
Dirección: Juan José Campanella
Funciones: Miércoles, Jueves y Viernes 20:30/ Sábado
19:30 y 22:15/ Domingo 19:30Hs.
Teatro Liceo: Rivadavia y Paraná, CABA.
Mi Opinión: Muy buena
Por: Susana Salerno
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