Actores: Joseph Gordon-Levitt, Scarlett Johansson, entre otros
Género: Comedia
Origen: Estados Unidos, 2013
Duración: 90 minutos
Apta mayores de 16 años
Estreno en Argentina: 9 de enero de 2014
Cuando la adicción a la pornografía puede
obstaculizar el amor.
Este es el debut de Joseph Gordon-Levitt (32 años) como
director en este largometraje, además es el guionista y el protagonista, vive
en New Jersey, de clase media, se encuentra en un mundo donde casi todo gira en
torno a Internet, en su departamento se sienta frente a su notebook y tiene
sexo viendo pornografía a solas. En sus salidas es un ganador a la hora de
seducir, sus amigos lo llaman “Don Jon” (Joseph Gordon-Levitt).
Él es obsesivo de su cuerpo, para ello concurre al
gimnasio, entrena, trabaja, visita a su familia, cuida su auto, su departamento,
va misa, donde confiesa sus pecados: es adicto a la masturbación y a la pornografía, esto le da un inmenso
placer y no le insume nada. Pero un día conoce una chica sensual, seductora, una
bomba sexy de nombre Bárbara (Scarlett Johansson), esta vive en un mundo de
fantasía como la película que fueron a ver (protagonizada por: Chaning Tatum y
Anne Hathaway).
Ella es como una Barbie, todos quedan impactados y
deslumbrados cuando la conocen, sus amigos y sus padres Angela y Sr. Jon (muy buenas actuaciones
Glenne Headly y Tony Danza) estos la aceptan inmediatamente, la única que no le
presta atención a nada es su hermana Mónica (Brie Larson, un buen personaje), es
adicta a su Smartphone por lo menos es lo que se ve (vive autista, eso
aparenta).
Todo marcha bien se transforma en un amor de película, pero
algo sucede y todo se rompe. Comienzan los reproches y la desaprobación, aunque
no es casual que paralelamente a esa relación conozca a Esther (Julianne Moore)
y él deberá aprender más sobre el amor y la vida.
La historia se encuentra bien planteada porque estamos
viviendo en un mundo bastante cibernético, vivimos tan atrapados por el capitalismo,
prácticamente todas las actividades se
encuentra volcadas en internet, (relaciones y separaciones, compras, ventas,
mensajes, todo bajo este sistema), es fácil detenerse por unos minutos y
observar familias, jóvenes y amigos todos realizando alguna aplicación con sus celulares,
en muchos casos se ha roto la comunicación
y en mucho casos ya se torno en una adicción.
Nuestro protagonista no es la excepción, además de mirar
a la mujer como un objeto sexual desde el servidor de su notebook hasta cuando
va al boliche y la mira como mercancía, que está por comprar. Aquí lo que se plantea también es que este hombre prefiere complacer
sus fantasías a través de la cibernética, esto lo estimula, lo satisface, está
cómodo, mediante lo tecnológico él maneja sus tiempos y no le demanda
compromisos.
La primera mitad de la película resulta bastante
interesante, entretenida, tiene mucho de sátira, con frases e imágenes
ingeniosas, tiene humor ácido, plantea como nos relacionamos con la familia,
los amigos, la iglesia, la pornografía, la pareja y el sexo, uno de los problemas que
tiene es que resulta reiterativa, abusa de algunas situaciones, por momentos se
transforma en monótona y tiene algún golpe bajo (como las perdidas familiares
del personaje de Moore). Contiene una crítica a la sociedad, al género
masculino y deja alguna moraleja.
Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno
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