La trama está ambientada en el Buenos Aires de principio de
siglo y dentro de la aristocracia porteña que su autor conocía muy bien. Un
clásico que resulta ser de todos los tiempos.
Esta fue la primera obra de teatro de Gregorio de
Laferrére (1867 –1913), político (Diputado de la Ciudad de Buenos Aires 1893 –
1898) y dramaturgo argentino. Consta de tres actos, y fue estrenada el 30 de
mayo de 1904, por la compañía Podestá. En el palco del teatro de la Comedia la
presenció el mismísimo presidente de la Nación, General Julio Argentino Roca
(San Miguel de Tucumán, 17 de julio de 1843 – Buenos Aires, 19 de octubre de
1914). Esta obra se llevó a varios escenarios, a la televisión y en 1938 al
cine una película con el mismo nombre dirigida por Luis Bayón Herrera.
Se reestrenó en el Teatro Nacional Cervantes en la sala María
Guerrero, se representa con una muy buena puesta en escena, que se divide en
tres actos marcados a través de la iluminación de Chango Monti, ambientación y
vestuario de época, sillones, adornos, unos tapices coloridos transparentes que
representan diferentes habitaciones, simbolizan las entradas y salidas, entre
otros sectores, esto se encuentra bien cuidado y resulta agradable. Las
actuaciones del elenco son deleitables, tienen muy estudiada la obra.
La obra habla de la sugestión y las supersticiones de
ciertos sectores sociales. Esto surge en Buenos Aires donde dado a la
influencia migratoria de italianos, traen con ellos esta palabra “jettatura” y
“jettatore” que viene del dialecto napolitano “mal de ojos, atractivo maléfico”
o “Jettatore, hombre maléfico que con su presencia produce daño a los demás”;
muchas veces hemos denominado a una persona cuando trae mala suerte, decimos- “¡Sos yeta!”, se incorporo en nuestro lunfardo,
la palabra “yeta” significa gafe, algo o alguien que trae mala suerte, sin proponérselo.
La hipocresía llega a tal punto que Carlos (Hernán Muñoa)
va haciendo creer a los otros personajes que Don Lucas (Mario Alarcón) es un autentico “Jettatore”,
un mufa, alguien que trae mala suerte a los que lo rodean, inventa todo esto
para alejarlo de su prima Lucía (Malena
Figó) porque ellos están enamorados.
Ingresa en la mentira un simpático amigo de Carlos que se
hace pasar por el doctor Salvatierra,
también parte del complot Leonor (María Figueras) y hasta llegan a
engañar a la tía de Carlos, Doña Camila
(Lidia Catalano), y luego todos comienzan a creerse esto.
Es una obra muy divertida, y de visión obligatoria. Tiene
mucho de vodevil, de buen gusto apta para todo público con la majestuosa dirección de Agustín Alezzo (actualmente
está dirigiendo además: "La colección De Harold Pinter"; "Los
Justos De Albert Camus"). La podríamos definir como tragicómica y grotesca
a la vez. Las actuaciones de todos magnificas, juegan, improvisan
y entran en complicidad con el público, otros para citar: Don Juan (un
potente Aldo Barbero), Don Rulfo (Néstor Ducó) y Pepito (Claudio Da Passano) geniales.
Un párrafo aparte para el gran actor Mario Alarcón (66
años- "El organito"; "Hamlet"; "Mateo"), que
compone el personaje de Don Lucas, un ser agradable, inocente, adinerado, que
ingresa a esa casa para casarse con la joven Lucía. Desenvuelto en el
escenario, nos ofrece una clase magistral de actuación. Obliga a los
espectadores a observar cada detalle y se luce como siempre, y al final de la
obra resultan espontáneos los aplausos de pie.
Mi Opinión: Excelente
Por: Susana Salerno
Funciones: Jueves a Sábados 21 hs / Domingos 20:30 hs
Localidades: Desde $15.
Teatro Nacional Cervantes: Libertad 815 Capital.
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