Lo que comienza como un juego puede
transformarse en algo extremadamente peligroso.
Se estrenó en el Teatro Maipo “El veneno del teatro”,
pieza del valenciano Rodolf Sirera, con los actores argentinos de reconocida e importante trayectoria en
teatro, cine y televisión: Daniel Freire y Miguel Ángel Sola, dirigidos por el
catalán Mario Gas, ex director artístico del Teatro Español de Madrid.
Narra el encuentro de dos hombres, uno de ellos es
poderoso (Miguel A. Solá- “El diario de Adán y Eva”) y un actor (Daniel Freire, “Ángeles en América–La
revolución es un sueño eterno”), quien está pasando su mejor momento y fue
invitado a la casa de este misterioso Señor. Ya en el primer encuentro comienza
el juego por parte del dueño de casa, luego se presenta y le cuenta porque lo convocó,
quiere que interprete en privado una obra escrita por él mismo, sobre la muerte
de Sócrates, escrita por el propio Señor.
Es cuando lentamente comienza un inquietante juego lleno
de trampas y locura, lo va sometiendo a un cruel experimento que puede resultar
mortal. En algún punto contiene similitud con la película “Sleuth” (1972) con:
Laurence Olivier y Michael Caine (no con la remake “juego macabro” en el 2007).
Durante el intenso relato y el desarrollo de la obra, los
espectadores se mantienen intrigados y sorprendidos. Este thriller teatral se
va transformando en un juego de ajedrez y también un juego del gato y el ratón,
una impactante descripción sobre la realidad y la ficción, la verdad y la
mentira.
“El veneno del teatro” es un sólido espectáculo,
inquietante, descriptivo, contiene dramatismo y humor, mantiene al público
atento, aporta mayor intriga con la incorporación de música clásica, tiene una
inquietante iluminación con ese decorado oscuro, en esa habitación asfixiante y
lúgubre solo vemos una ventana y una puerta cerrada con llave por el dueño de
casa, pocos muebles y un vestuario
correcto.
Ambos personajes entablarán una peculiar relación, con
buenos diálogos y un buen manejo de la ironía. Daniel Freire realiza una
estupenda interpretación, con un gran manejo corporal, lo contorsiona de forma
similar a “la metamorfosis” de Kafka y hace sentir al espectador lo que le
sucede al personaje. El Señor poderoso, paradójico, demoníaco y excéntrico, interpretado
por un cautivante Miguel Ángel Solá (solo los primeros minutos se lo escucha un
poco bajo de voz), que logra una muy buena química con su compañero.
Mi Opinión: Muy Buena
Por: Susana Salerno
Duración: 1h 20 minutos
Funciones: Miércoles a Viernes 21hs /
Sábado 20 hs y 22:15; domingo 20 hs.
Localidades: Miércoles “Día del espectador” desde
$ 60.-
TEATRO MAIPO (sala mayor) Esmeralda 443. Cap.
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