Película: Aquel martes después de navidad

Dirección: Radu Muntean.
Actores: Maria Popistasu, Dragos Bucur, entre otros
Género: Drama Romántico
Origen: Rumania,
Duración: 99 Minutos
Calificación: Apta mayores de 13 años con reservas

Comienza cuando una cámara con un largo plano fijo, nos va metiendo en esta historia de vida, donde vemos conversando y haciéndose mimitos a un hombre y una mujer en la cama, con sus cuerpos desnudos; viven un gran romance, hablan en broma sobre el tamaño de su pene, y sabemos que se aproxima la navidad, porque ella le pide como regalo a Paul (Mimi Branescu) que deje el cigarrillo.
Luego lo vemos a Paul con desgano haciendo compras en un Shopping con su esposa Adriana (Mirela Oprisor), encargan y comprar los regalos para Navidad, en esta secuencia la notamos más intimista y pronto notamos la diferencia de edad entre una mujer y otra.
Todo comienza a girar alrededor de Paul, relacionándose todo con las fiestas de Año Nuevo; él quiere estar con Raluca pero a su vez planea hacer un viaje de esquí con su familia, y luego más tarde lo vemos, pasando un tiempo con amigos y la familia.
Lo peor de todo esto es que todavía no se decidió a blanquear su relación con Raluca (María Popistasu), ella es la dentista de la hija que él tiene con su mujer Adriana, lo que genera una situación de incomodidad que no podrá soportarse mucho tiempo más y notamos que todo está a punto de estallar.
Aquí vemos que los tres personajes centrales en sus vidas no pasan mayores apremios económicos y uno de los temas es la rutina, lentamente el director nos va metiendo en una atmosfera compleja que son tan complicadas como este triángulo amoroso.
Si bien se vieron muchos film con esta temática, se trata de como es abordado, la belleza está en los detalles y lo que insinúan, en los diálogos y los silencios, en la interpretaciones y en su estética.
Esta película escrita y dirigida por el rumano Radu Muntean estuvo seleccionada para la sección Un Certain Regard para el Festival de Cine de Cannes de 2010.

Mi Opinión: Buena
Por: Susana Salerno