Película: Como bola sin Manija

Dirección: Miguel Frías, Pablo Osores, Roberto Testa
Género: Documental
Origen: Argentina, 2010
Duración: 72 minutos
Calificación: Apta para todo público

Narra la vida de Rubén, un hombre de 77 años, soltero, vive en su bunker de Bernal y hace casi tres décadas que se niega a salir de su casa, no hay nada que le impida salir a la calle, como lo hacía antes; de golpe se transformo en un ermitaño, irónico, desconfiado, un escéptico fundamentalista, por momentos simpático, pesimista y querible, pero allí dentro se siente protegido, y dialoga bastante con sus sobrinos.
Dentro del relato nos enteramos que Rubén fue ex bancario, que debió jubilarse tras haber sido atropellado por un ciclista; Clelia, es una vecina con la que se comunica a través de la medianera, en una época le hacía los mandados, las apuestas de quiniela y de turf, este es su amor imposible y lo lleva a crear y recitar poemas tristes.
Quienes están pendientes de él son sus tres sobrinos, muy diferentes entre sí, intentan develar el misterio de la auto-reclusión perpetua, Ana, psicóloga esotérica, intenta revelar cosas a través del tarot y con sus teorías de Freud y Lacan; Nora, bibliotecaria, lo protege, trata de convencerlo de lo bien que le haría salir y le lleva un médico para que lo revise, en parte lo complace con su capricho; Nicolás, técnico de fútbol, hay discusiones porque su tío es hincha de Racing y su sobrino de Independiente, Nicolás el único que convive, sostiene que su tío es inmortal y es el que confronta un poco más.
Nora una vez se le ocurrió que pasaran la Navidad en lo de Ana, que vive a solo tres cuadras,
Cuero Seco (el apodo es de él) no quiso saber nada, pero nosotros los espectadores iremos descubriendo que además de su tozudez, esconde un viejo rencor, su nombre es Oscar apodado Manija, un antiguo familiar y amigo, que vive en Rojas, donde también nació Rubén.
A través de la cámara, vamos analizando cada detalle que nos ofrecen los tres directores, cada mirada y gesto, está el respeto pero también la conspiración de estos sobrinos, hay cierta ternura, emoción, afecto; quizás las partes más divertidas es algún testimonio y el viaje cuando vemos a Oscar “manija”, pero no creo que a muchos espectadores le interese este documental, es poco atractivo, la falla se encuentra en la realización, con encuadres imperfectos, planos largos innecesarios, demasiado casera, en definitiva deja un vacío.

Mi Opinión: Regular